Antes de dar comienzo a la sesión y mientras preparaba el instrumental, el torturador dijo al prisionero:
-No sé lo que va a pasar. No sé si podrás resistirlo. Pero quiero que sepas que torturarte es, también para mí, una tortura.
Justo cuando iba a añadir “-Suerte” sonó la consigna de inicio. Luego, pasos acercándose. Quizá otros torturados, activos o pasivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Disfrutaste del relato?